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Clik here to view.En el sector de la industria, en términos generales, innovar es mejorar los productos o servicios que se ofrecen al mercado de manera continuada. Se trata de un proceso gradual donde poco a poco, en base a experiencias y benchmarkings, distintas características funcionales, técnicas, de diseño u operativas, evolucionan sobre el paradigma anterior en el que fueron diseñadas para buscar o dar respuesta a nuevas necesidades.
En ocasiones y de forma espontánea, de manera similar a las mutaciones que dan lugar a la selección natural de las especies en la naturaleza pero no de forma tan aleatoria, surge una innovación que rompe radicalmente con los modelos y paradigmas existentes. Se trata de una innovación diferencial y rompedora que hace de ese producto o servicio la referencia del mercado y obliga al resto de la industria y sector a adaptarse, cambiado sus procesos y esquemas para, simplemente, no desaparecer. Es lo que denomina innovación disruptiva.
A lo largo de la historia de la humanidad, estas innovaciones disruptivas son las que han propiciado, de una u otra manera, grandes saltos cualitativos en la evolución de las sociedades. Algunos ejemplos significativos pueden ser la aparición del fuego o la invención de rueda, la máquina de vapor que dio lugar a la revolución industrial, la electricidad o el telégrafo que transformaron la sociedad de finales del siglo XIX y principios del XX, o las tecnologías de la información e Internet como impulsores de la sociedad del conocimiento que actualmente vivimos.
Es importante diferenciar entre una innovación lineal y el concepto de innovación disruptiva. Si tomamos como ejemplo el sector de la fotografía, en los años 80 y 90, las principales marcas líderes del sector orientaban sus innovaciones, de tipo lineal en este caso, a la mejora de aspectos como el incremento de la velocidad de obturación, captar mejor la luminosidad y el movimiento, superar la calidad de los negativos, disminuir el tamaño y peso de los equipos, adaptar la ergonomía, … En definitiva innovaciones “lineales” que eran necesarias y buenas, pero que no rompían el mercado ni la industria de la fotografía, por entonces, de tipo analógico. En este caso, la innovación disruptiva llegó con la aparición de la fotografía digital, cuando dejó de ser necesario el uso de carretes, negativos, revelados,… El modelo de fotografía con formato digital transformó la industria y el consumo. Es cierto que las primeras cámaras digitales eran peores en cuanto a calidad fotográfica con respecto a las convencionales y que, al principio, solo fueron adoptadas por unos pocos early adopters del momento (lo que muchos llaman ahora frikies), generalmente provenientes del mundo tecnológico. Las posteriores innovaciones lineales sobre las cámaras digitales no han hecho otra cosa que consolidar la inevitable transformación que ya había comenzado en el sector y la industria: se mejoró, y se sigue mejorando, la calidad de la fotografía, la usabilidad, la sencillez en el manejo, el tamaño de las cámaras, el almacenamiento, …, pero todo se generó a partir de la innovación disruptiva de la fotografía digital.
En materia de organización, eficacia, eficiencia y productividad, tanto a nivel personal y empresarial, estamos viviendo un momentos de importantes cambios y de transformación evidente. Es un proceso que ya ha empezado y del que sólo unos pocos estamos siendo plenamente conscientes. Es cierto que, tanto en términos de management como en organización y productividad personal, desde hace tiempo se han venido produciendo innovaciones de tipo lineal con la aparición de diferentes técnicas de gestión de tiempo y/o prioridades, modelos organizativos jerárquicos, matriciales y pseudofuncionales, y metodologías diversas de gestión de proyectos. Unas innovaciones lineales que podían dar respuesta, en mayor o menor medida, a ciertas necesidades del momento pero que, a todas luces, no son suficientes ni óptimas para el paradigma actual de competitividad, que nos guste o no, existe y nos afecta de forma directa. Porque, no te dejes engañar: no estamos en una crisis, sino en una época de cambio… muy acelerado.
En cuanto a la productividad y organización personal y profesional se refiere, mi opinión es que la innovación disruptiva que transformará el paradigma vendrá de la mano de los conceptos, hábitos y filosofía de la metodología GTD. Porque, en mi experiencia, GTD aporta algo realmente diferencial, necesario, demandando, aplicable y que funciona para recuperar el control de tu vida, dar sentido a tus acciones, optimizar tus recursos y conseguir objetivos y resultados.
En todo proceso de innovación disruptiva, es la innovación original la que siembra la semilla de transformación del sector, de la industria o del modelo y, como comentaba con el ejemplo de la evolución de la fotografía, es adoptado solamente por unas pocas personas que, bien por pura necesidad, casualidad o inteligencia, ven las ventajas que esa innovación aportará a la sociedad. GTD es esa innovación disruptiva en materia de organización, productividad, eficacia y eficiencia para la personas que vivimos y nos desarrollamos en está nueva sociedad del conocimiento, y estoy convencido de que evolucionará para dar más y mejores respuestas a los retos personales y profesionales a los que nos enfrentaremos.
Por todo lo anterior, te animo a que te sumes a la innovación disruptiva que supone GTD para tu desarrollo personal y profesional y, de ese modo, te puedas desenvolver sin estrés, de manera eficiente, eficaz y organizada, como dice David Allen, en el juego de tu trabajo y en el negocio de tu vida.